Irreprimible

El cementerio de Tunca

El cementerio de tunca es color cemento y tierra seca. Montones de mausoleos de cemento semi-vacíos esperando, sólo esperando. Tumbas anónimas todas, incluso las que tienen nombre, y algunas ni siquiera eso ya. Las más tristes son las de la gente que no tenía mucho dinero, con cruces de madera, tierra sobrante y flores en botellas plásticas cortadas. La tierra es seca a pesar de los esfuerzos de una corriente raquítica, alimentada con las sobras de una llave que llena los floreros. De fondo tiene cerros aún más secos, con arbustos que a pesar que tratan de crecer como sea son devorados por cabras. A las cabras no les importan las espinas. El sol te acosa, excepto al borde de los mausoleos más grandes, aquellos a la entrada, junto a los pocos árboles que hay. El resto del lugar es inhóspito, desagradble, cortante. Es un lugar para los muertos y los insectos, no para nosotros.