Irreprimible

La ventana del trabajo.

Hay cosas tristes y cosas no tan tristes. Lo cual es una mentira, las cosas sólo son, y nosotros les transferimos nuestros sentimientos a ellas. Y, aún esto es una mentira, las cosas no son.
Una de las cosas que me desagrda de mi trabajo actual, es que las ventanas son tan grandes, demasiado grandes. Ves todo lo que pasa afuera, unas mujeres gordas acarreando niños, borrachos contando monedas en sus manos temblorosas que parecen morirse cada vez que se abren, árboles escondidos bajo sábanas de polvo, y gente de todas las edades unos pasos más allá esperando a que un extraño les arregle la vida con oraciones y hierbajos a cambio de unas cuantas monedas.
Pasar el día viendo todo eso es triste, es no tan triste, no lo es y también no es nada.

3 comments:

Anonymous said...

Y sí... podrías hacer algo mejor con tu tiempo.
...
O no tan mejor. O no hacer. O nada...

o_ô

Anonymous said...

Quizás no te interese... pero mi ventana da al mar.
Veo poca gente a través de ella. Para mi eso es bueno.

Kuarin said...

Así es la vida estimado amigo, compleja... alguien una vez me dijo que no me preocupara, que los seres humanos eran complejos por naturaleza. Fue afuera de un local de play, donde todo comenzó, el verano que jugamos "la daga carmín".

¿Pero que pasa cuando sales de ahí y descubres a los amigos; a los que, pese a estar distantes, los ves y sigues la conversación como si nada?

Nos vemos pronto querido amigo.