Irreprimible

La espuma de los artistas.

Cuando era un adolescente, compré un par bolsas de shampoo barato de varios litros, y las abrí y las tiré a la pileta de la plaza en la mañana. Toda el agua quedó cubierta con espuma, y el viento llevaba pequeñas nubecitas hasta los arbustos cercanos, y quedaban cubiertos de una nieve iridiscente. La municipalidad cortó el agua y enjuagaron todo, para el mediodía no quedaba nada, excepto algunas hojas de un color de más allá. No fué muy apreciado, para ser preciso.
Un par de años atrás, ví en las noticias con mi ex que un artista argentino había hecho lo mismo en Bs. Aires, si recuerdo bien, no estoy seguro. Todos le alababan el acto, la gente iba a tomar fotografías, y le dedicaron tiempo en la televisión.
No hubo una diferencia concreta entre ambos hechos. La diferencia es que una fue "una travesura de un escolar que hacía la cimarra", y la otra fue "Una intervención artística". Admito que no fué en ningún momento mi intención crear "arte": Sólo quería ver transformada la pileta en algo irreal. Un cambio.
Los artistas suelen ser una casta cerrada. Una élite, en realidad. No es ningún misterio que el mayor obstáculo si quieres hacer arte, es el evitar que los artistas "oficiales" traten de sepultarte. Lo demás es fácil. Todos los seres humanos tenemos la capacidad de hacer algo que vaya más allá de las fronteras de lo práctico.

Paulina, no te transformes nunca en una artista, sólo sigue mostrando esa realidad que ven tus ojos con tu cámara.

El sitio de Paulina: http://takemybones.deviantart.com

3 comments:

Anonymous said...

Son la 01:21 y debería ir a dormir.
Terminé el trabajo al final.

Oye, te quiero =)

Asuka said...

uyyyyy son pololos! son pololos! XD

atte. la criptica!
oye criptica es como encriptada? a eso me referia? a si habia un mensaje oculto que el universo debe descubrir ...

Anonymous said...

Lo bueno es que no todos los "artistas" tienen ese vicio. En mi idealista visión del mundo, creo que tan sólo aquellos que temen a la competencia (sea por inseguridad, sea por saberse ineptos) cierran las puertas a los profanos.

Por otro lado, existen aquellos que disfrutan del arte tanto como disfrutan haciendo arte, y son más abiertos a las expresiones de quienes, si bien no dedican toda su vida al arte, si pueden en algún momento ser inspirados.

El problema, como siempre, son las proporciones.