5 de abril del 2005
Vi a un gato caminando de manera extremadamente cuidadosa sobre una panderenta. Una pata primero, pausa, luego la otra pata. Y así con las cuatro patas, una y otra vez. Al principio razoné "Este gato sí que le gusta ser dramático". Después pensé que podría ser que estuviera cazando una lagartija, o algo así. Y miré con más atención, y vi que estaba caminado entre dos alambres de púas, uno sobre su lomo, el otro bajo su panza, y que además la pandereta estaba sembrada de vidrios rotos, de esos que son una salida barata al servicio de alarmas. He estado viviendo como ese gato, hasta ahora. Con un alambre arriba, otro abajo, si me yergo mucho me daño el lomo, si me agacho mucho será la panza. Pisando con cuidado, no me vaya a hacer pedazos las patas. A diferencia del gato, que tenía un paso constante y regular, yo parezco avanzar temeroso y con miedo. Mañana la joven con defectos de fábrica.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment